miércoles, 23 de octubre de 2013

Los niños..

Los niños esos.. 
Pequeños y saltarines seres que dan color azul y 
ruido al mundo. Viene en varios tamaños y pesos
diferentes. Son ágiles y arriesgados como un 
pirata y poseen la virtud de no cansarse nunca. 

Se los puede ver por todas partes,sobre armarios 
debajo de las camas pisando charcos, trepando, 
corriendo, saltando, desarmando, espantando 
palomas, inundando los parques como ejércitos 
detrás de una pelota o alborotando a las nubes con 
sus fantasías. Desafiando toda ley de gravedad.

Sus padres los adoran, los hermanos mas grandes
los toleran, los perros los aguantan, los adultos 
no los entienden. Dios los protege.
Son la pureza con la cara sucia y la nariz chorreando.
La esperanza de un mundo mejor. Con bolitas y 
tapitas de refresco  en los bolsillos.

Tienen el apetito de un elefante y la digestión de una 
gallina, la energía de una central nuclear, la
curiosidad de un científico, los pulmones de un
cantante lírico y la imaginación de un escritor
de ciencia ficción. 

Si se topa en la vida con uno de estos seres 
tan especiales y mágicos, con uno de estos "enanitos"
¡cuidado! el encantamiento es inmediato.
Uno los quiere toda la vida.

Patricia Luciami.